En primer lugar, los productos químicos irritantes pueden dañar el material del toallero. Los toalleros hechos de diferentes materiales tienen diferente resistencia química y algunos materiales, como el hierro y el cobre, pueden ser susceptibles a la corrosión química, lo que provoca daños en el revestimiento de la superficie o oxidación. Aunque materiales como el plástico y la aleación de aluminio son relativamente resistentes a la corrosión, la exposición prolongada a productos químicos irritantes también puede provocar decoloración o envejecimiento de la superficie.
En segundo lugar, el uso de productos químicos irritantes para limpiar los toalleros puede dejar residuos nocivos. Estos residuos pueden no sólo afectar la limpieza de las toallas, sino que también suponen una amenaza potencial para la salud humana, especialmente para familias con niños o pieles sensibles.
Por ello, a la hora de limpiar los toalleros, se recomienda utilizar agentes limpiadores suaves y no irritantes, como agua con jabón o limpiadores de baño especializados. Estos productos no solo eliminan eficazmente manchas y bacterias, sino que también protegen el material del toallero y prolongan su vida útil.